Un paro de trenes afectó todas las líneas metropolitanas desde temprano. A las 7:19, el servicio en la línea Sarmiento ya se encontraba interrumpido, aunque la medida oficial del gremio La Fraternidad anunció que comenzaba a las 9. La falta de trenes tomó por sorpresa a miles de pasajeros que sin saberlo aguardaban esperando un tren que nunca llegaría.
En Moreno, el panorama era desolador. Filas interminables y personas buscando alternativas para ir a sus trabajos marcaron la mañana. Una pasajera afectada por el paro manifestó: “Tengo que ir al médico y ahora no sé cómo llegar”.
Las paradas de colectivos colapsaron. En la línea 302 los choferes no daban abasto con la cantidad de gente. Un conductor de colectivo con rumbo a Once fue consultado vía televisiva y respondió molesto: “Yo qué sé, no ves el cartel?”.
El motivo del reclamo del gremio exigía un 10% de aumento salarial. Sin embargo, esto dejó a millones sin transporte en el área metropolitana. Las líneas Mitre, Roca, San Martín, Belgrano Sur y Urquiza también estuvieron sin operaciones.
En Puente Saavedra, la confusión siguió. Pasajeros llegaban a las estaciones cerradas sin una información clara. Algunos le preguntaban a los choferes quienes intentaban explicar los recorridos mientras trataban de tranquilizar la desesperación de la gente.
La empresa Trenes Argentinos había advertido sobre las interrupciones previas al horario oficial del paro, pero no todos los usuarios estaban informados. “Siempre es lo mismo, nunca hay respuestas”, contestó furioso un pasajero al medio TN.
A las 9, cuando comenzó oficialmente el paro, la situación se calmó en algunas zonas. En Moreno, las filas se redujeron producto al paso frecuente de los colectivos, aunque la tensión se mantenía entre los usuarios.
Algunos trabajadores que esperaban viajar manifestaban empatía por los reclamos del gremio, pero cuestionaron la falta de soluciones. “Nosotros también tenemos derechos, pero siempre pagamos nosotros”, explicó Carlos, padre de cuatro hijos.
Pasadas las 15, finalizó el paro. Las corcinas de las estaciones comenzaron a levantarse. Muchos llegaron tarde a sus trabajos o directamente no pudieron cumplir con sus obligaciones.