A partir del viernes 3 de enero, YPF aplicará un ajuste promedio del 1,75% en los combustibles. Este incremento, el más bajo registrado en año y medio, afectará a consumidores en todas las provincias.
Con esta medida, la nafta súper costará $1.127 por litro en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que el gasoil común se ubicará en $1.142. En el caso de la nafta premium, los precios ascenderán a $1.394 por litro.
El ajuste, que inicialmente estaba previsto para finales de diciembre, fue postergado para mitigar su impacto en los viajes de fin de año y vacaciones. Según voceros del sector, el objetivo es reducir la presión sobre los usuarios durante esta temporada de mayor movilidad.
Las diferencias de precio serán notables en el interior del país. Por ejemplo, en Misiones, el litro de nafta súper alcanzará los $1.204, generando un costo adicional para quienes dependen del vehículo en sus actividades diarias.
Un análisis reciente indicó que el consumo de combustibles creció por segundo mes consecutivo, aunque aún se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia. La recuperación intermensual fue del 3,9%, pero el panorama sigue siendo desafiante para el sector.
En resumen, este ajuste busca equilibrar las necesidades del mercado sin generar un impacto severo en los usuarios, aunque se espera un seguimiento cercano a la evolución de precios en los próximos meses.