En una decisión sin precedentes, se revocó también la pensión de Néstor Kirchner; se estima un ahorro millonario para el Estado.
El Estado dejará de pagar jubilaciones de privilegio a expresidentes condenados por delitos de corrupción.
En una medida inesperada, el Gobierno nacional anunció la anulación de la jubilación de privilegio que recibía la expresidenta Cristina Kirchner y la pensión del fallecido Néstor Kirchner. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, el Estado logrará un ahorro aproximado de 21.827.624 pesos. Este ajuste forma parte de una política de austeridad impulsada desde la administración de Javier Milei, quien desde los Estados Unidos declaró: “El que las hace, las paga”.
Para el oficialismo, la eliminación de estos beneficios tiene un claro fundamento ético. Adorni argumentó que la jubilación otorgada a exmandatarios debe reservarse a quienes cumplieron sus funciones de manera honorable. En el caso de Cristina Kirchner, condenada por fraude en la causa Vialidad, el funcionario sostuvo que no cumple con el mérito ni el desempeño exigidos para acceder a este privilegio.
El retiro de la jubilación de privilegio forma parte de una serie de iniciativas presentadas en el Congreso. En septiembre, el oficialismo intentó sin éxito eliminar las pensiones vitalicias para expresidentes, exvicepresidentes, y otros funcionarios destacados, proponiendo que quienes ocuparon estos cargos se incorporen al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones como cualquier trabajador. Aunque el proyecto aún no fue aprobado, plantea que el Presidente de la Nación conserve una asignación vitalicia, limitada al 80% del salario de un jefe de Estado en funciones.
Para aquellos funcionarios en actividad, de aprobarse la iniciativa, el impacto será inmediato. Sin embargo, por el principio de irretroactividad, quienes ya perciben estas asignaciones no verán sus beneficios afectados, aunque se los invitaría a renunciar a ellos.
Actualmente, se estima que el Estado destina sumas millonarias a jubilaciones de privilegio para varios expresidentes y vicepresidentes, incluyendo a Cristina Kirchner, quien además recibe una asignación como viuda del expresidente Néstor Kirchner. Según datos recientes, estas pensiones pueden oscilar entre los cinco y los 21 millones de pesos, superando ampliamente el salario bruto mensual de Javier Milei, estimado en poco más de cuatro millones.
El vocero Adorni subrayó que “esto es un acto de sentido común”, y anticipó que Cristina Kirchner podría acudir a la Justicia para frenar los cambios. De ser así, la exmandataria únicamente recibiría la jubilación proporcional a sus aportes como cualquier otro ciudadano.
En una medida inesperada, el Gobierno nacional anunció la anulación de la jubilación de privilegio que recibía la expresidenta Cristina Kirchner y la pensión del fallecido Néstor Kirchner. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, el Estado logrará un ahorro aproximado de 21.827.624 pesos. Este ajuste forma parte de una política de austeridad impulsada desde la administración de Javier Milei, quien desde los Estados Unidos declaró: “El que las hace, las paga”.
Para el oficialismo, la eliminación de estos beneficios tiene un claro fundamento ético. Adorni argumentó que la jubilación otorgada a exmandatarios debe reservarse a quienes cumplieron sus funciones de manera honorable. En el caso de Cristina Kirchner, condenada por fraude en la causa Vialidad, el funcionario sostuvo que no cumple con el mérito ni el desempeño exigidos para acceder a este privilegio.
El retiro de la jubilación de privilegio forma parte de una serie de iniciativas presentadas en el Congreso. En septiembre, el oficialismo intentó sin éxito eliminar las pensiones vitalicias para expresidentes, exvicepresidentes, y otros funcionarios destacados, proponiendo que quienes ocuparon estos cargos se incorporen al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones como cualquier trabajador. Aunque el proyecto aún no fue aprobado, plantea que el Presidente de la Nación conserve una asignación vitalicia, limitada al 80% del salario de un jefe de Estado en funciones.
Para aquellos funcionarios en actividad, de aprobarse la iniciativa, el impacto será inmediato. Sin embargo, por el principio de irretroactividad, quienes ya perciben estas asignaciones no verán sus beneficios afectados, aunque se los invitaría a renunciar a ellos.
Actualmente, se estima que el Estado destina sumas millonarias a jubilaciones de privilegio para varios expresidentes y vicepresidentes, incluyendo a Cristina Kirchner, quien además recibe una asignación como viuda del expresidente Néstor Kirchner. Según datos recientes, estas pensiones pueden oscilar entre los cinco y los 21 millones de pesos, superando ampliamente el salario bruto mensual de Javier Milei, estimado en poco más de cuatro millones.
El vocero Adorni subrayó que “esto es un acto de sentido común”, y anticipó que Cristina Kirchner podría acudir a la Justicia para frenar los cambios. De ser así, la exmandataria únicamente recibiría la jubilación proporcional a sus aportes como cualquier otro ciudadano.