Fumar, una amenaza silenciosa que sigue matando

El cigarrillo sigue siendo uno de los principales causantes de enfermedades graves en todo el mundo. No solo afecta a los fumadores, sino también a quienes se exponen al humo, advierten los expertos.

Fumar, una amenaza silenciosa que sigue matando (Foto: iSTock)

Fumar cigarrillos es una de las mayores amenazas para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, el tabaco cobra más de 8 millones de vidas en todo el planeta. Lo más alarmante es que más de 7 millones de esas muertes son de personas que fuman directamente, mientras que otras 1,3 millones son no fumadores que se ven afectados por el humo ajeno.

El tabaco no solo es perjudicial para los pulmones. Especialistas de Our World in Data, un centro de estudios de la Universidad de Oxford, han advertido que el cigarrillo aumenta el riesgo de distintos tipos de cáncer. "Las sustancias químicas presentes en el humo pueden viajar por el sistema sanguíneo y llegar a órganos como los riñones, el estómago y el páncreas", explican. Por eso, fumar no solo daña los pulmones, también pone en peligro otros órganos como la boca, la vejiga y la garganta.

La OMS ha publicado datos preocupantes: en 2020, el 22,3% de la población mundial fumaba. Lo más significativo es que el 36,7% de los hombres y el 7,8% de las mujeres son consumidores de tabaco. Esta tendencia ha generado un aumento en las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, además de los casos de cáncer de pulmón.

Fumar sigue siendo una práctica peligrosa. No hay un nivel seguro de exposición al tabaco. Ya sea fumando directamente o respirando el humo ajeno, los riesgos para la salud son innegables. La OMS recuerda que dejar el cigarrillo es la mejor manera de evitar graves complicaciones para la salud.

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