A días de una masiva manifestación universitaria, los sindicatos docentes
rechazaron la oferta del Gobierno. El aumento del 5,8% no alcanzó para
desactivar la protesta que se avecina por el veto presidencial a la Ley de
Financiamiento Universitario.
Docentes rechazan aumento salarial y confirman marcha contra el veto de Milei (iStock)
En un contexto de paro docente y creciente tensión, los gremios del
sector educativo no aceptaron la reciente oferta del Gobierno de un aumento
salarial del 5,8% para docentes y no docentes. Esta negativa se da en
medio de la preparación para la Marcha Federal Universitaria, que
busca manifestarse en contra del veto del presidente Javier Milei a
la Ley de Financiamiento Universitario.
El Gobierno convocó de manera sorpresiva a los gremios para
formalizar su oferta, en una reunión que tuvo lugar a las 16 horas. La cita
fue gestionada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la
titular de Capital Humano, Sandra Petovello, quienes contaron con la
supervisión del ministro de Economía, Luis Caputo. La medida buscaba
bajar la tensión en un conflicto que se agrava desde hace semanas, justo en
vísperas de la publicación de los índices de pobreza del
INDEC.
Sin embargo, la respuesta sindical fue contundente. Los gremios no solo
rechazaron el aumento, sino que exigieron una solución integral que también
aborde otros reclamos como los gastos de funcionamiento y las
proyecciones presupuestarias para 2025. "El Gobierno pretende que levantemos
nuestro reclamo por menos de una décima parte de lo que hemos perdido frente
a la inflación desde diciembre", señalaron los sindicatos en un comunicado.
El rechazo de los docentes no fue solo por el salario. La propuesta
gubernamental no contempla, según los gremios, el impacto de una pérdida
acumulada de más de 50 puntos nominales en los salarios de docentes y
no docentes. Además, no se abordaron otros temas sensibles, como la
garantía salarial y el
Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), cuestiones claves en la
negociación.
Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los rectores
también se manifestaron en sintonía con los gremios. Si bien calificaron la
oferta como “bienvenida”, advirtieron que no es suficiente para desactivar
la protesta. Las universidades enfrentan además la problemática de los
gastos de funcionamiento, con la Universidad de Buenos Aires
(UBA) como una de las principales críticas de las políticas del
Gobierno en materia educativa.
A cinco días de lo que se perfila como una movilización masiva en todo el
país, el Ejecutivo intentó suavizar el impacto de la protesta, pero sin
alterar el veto a la ley universitaria, una medida que Milei ya había
anticipado como definitiva. Los gremios, por su parte, aseguraron que solo
un cambio de postura en este sentido podría evitar la marcha.
El Ejecutivo esperaba reducir la adhesión a la manifestación con esta
oferta. Sin embargo, dentro de las filas sindicales no hubo margen para la
negociación. "La propuesta está muy lejos de resolver el conflicto", aseguró
Carlos de Feo, secretario general de CONADU, uno de los
principales gremios en la mesa de negociación.
Mientras tanto, las aulas de las universidades públicas continúan cerradas.
Según el secretario general de la
Federación de Docentes de las Universidades Nacionales
(FEDUN), Daniel Ricci, el paro tuvo un acatamiento total en
61 universidades públicas, y la adhesión en la UBA fue casi
del 100%.
A pesar de los intentos del Gobierno de desactivar el conflicto, la
respuesta gremial fue contundente. El descontento continúa en aumento, y la
masiva manifestación prevista promete poner en jaque la imagen del
Ejecutivo. Milei, que ha sorteado con éxito anteriores conflictos,
ahora enfrenta un escenario más complicado.
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