La Confederación General del Trabajo (CGT) guarda silencio por el momento
respecto a la aprobación en la Cámara de Diputados de la Ley Bases, la cual
incluye un capítulo laboral recortado en línea con los reclamos de los
sindicatos.
Los Moyano y la CGT festejaron en silencio la aprobación de la reforma laboral (Diputados Prensa)
Aunque los líderes gremiales hubiesen preferido la eliminación de más
artículos, el proyecto sancionado en la Cámara baja fue recibido con cautela
por Hugo Moyano y demás jefes sindicales.
Esto se debe a que tanto los Moyano y la CGT buscaban preservar su "caja
sindical" y tras retirarse del texto la limitación a las cuotas solidarias, y
se garantiza de esta manera la continuidad de las protestas, al desaparecer
las sanciones por bloqueos a empresas.
Estos cambios, exigidos por la CGT y aceptados por el Gobierno, se justifican
en la necesidad de aprobar una ley considerada clave. La semana anterior, tras
la inclusión de un capítulo laboral en el último borrador casi idéntico al
Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70, los sindicalistas intensificaron sus
contactos con el asesor presidencial Santiago Caputo y con el diputado Miguel
Ángel Pichetto, líder del bloque Hacemos Coalición Federal.
Como resultado, el oficialismo dio marcha atrás: de los 58 artículos de
modernización laboral propuestos, solo 16 permanecieron, sin incluir los
puntos objetados por la CGT.
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