La abundante precipitación en pocos minutos ocasionó múltiples dificultades para
desplazarse tanto en la Capital Federal como en algunos partidos del Conurbano.
Se observaron comercios inundadas, una escena recurrente al mediodía en la
Ciudad de Buenos Aires. En las proximidades del Puente Pueyrredón, se produjo
una movilización en medio de la tormenta y los manifestantes tuvieron que
salir corriendo por la lluvia.
Aunque se anticipaba la llegada de una tormenta, la extraordinaria cantidad de
lluvia resultó en inundaciones y anegamientos, incluso en esquinas donde
normalmente no se acumula agua en la Ciudad de Buenos Aires.
Se registraron interrupciones en las cinco líneas de subte (pese a que la
línea D cerrada por obras), aunque la mayoría ya ha reanudado su
funcionamiento con normalidad, excepto la línea A, que opera con servicio
limitado entre San Pedrito y Río de Janeiro.
Varios locales en el centro de la Ciudad de Buenos Aires sufrieron
filtraciones de agua, generando también problemas en el suministro eléctrico.
Según la información proporcionada por las distintas compañías, un total de
6.526 usuarios resultaron afectados, siendo 92 de Edenor y 6.434 de Edesur.
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