La madrugada del domingo fue testigo de una fuerte tormenta que golpeó el Área
Metropolitana de Buenos Aires. ¿Cuál es la opinión de los especialistas al
respecto?
Después de haber causado estragos y pérdidas de vidas en Bahía Blanca. Los
efectos del temporal también se hicieron evidentes en la Capital Federal y el
Conurbano, ya que el viento derribó árboles, inundó calles y arrancó techos.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió con anticipación una alerta
por tormentas severas que incluía la posibilidad de lluvias intensas, ráfagas
fuertes y caída ocasional de granizo. Con el paso de las horas, la tormenta se
intensificó y alrededor de las 4 de la mañana, se informaron ráfagas de viento
de hasta 140 kilómetros por hora.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, compartió a través de las redes
sociales las principales consecuencias en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(CABA). Expresó que se registran daños en marquesinas y columnas de alumbrado
en varios puntos de la Ciudad. Los equipos de Bomberos de la Ciudad, Policía,
Defensa Civil y personal de Espacio Público trabajaron desde la madrugada para
normalizar la situación, permitiendo la circulación de vehículos en las calles
bloqueadas y restableciendo los servicios de luz, internet y cable.
Expertos en ciencias de la atmósfera de la Universidad de Buenos Aires,
consultados por prenoticia.com explicaron que lo que se experimentó fue un
fenómeno conocido técnicamente como 'bow echo', una forma de organización de
sistemas de tormenta en arco, con ciclos de vida más largos y el principal
riesgo en la intensidad del viento.
No son un tornado, aunque puede incluir tornados localizados en algunos casos.
Ayer, un sistema así avanzó ordenadamente desde el sur al norte de Buenos
Aires, afectando primero a Bahía Blanca y luego a Buenos Aires. Estas
tormentas se regeneran y avanzan en arco precisaron. Los huracanes no tienen
relación con lo sucedido. Los huracanes son fenómenos de latitudes tropicales
con ciclones de mayor envergadura, como los que impactan la costa este de
Estados Unidos, que en Argentina no suceden.
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