En la final de la Copa Libertadores celebrada en el estadio Maracaná de Río de
Janeiro, el Fluminense logró vencer 2-1 a Boca Juniors
El equipo brasileño tomó la delantera gracias al gol de Germán Cano, jugador
argentino, en la primera mitad del partido.
Sin embargo, el gol de Luis Advíncula llevó el encuentro a tiempo adicional.
Durante la primera mitad extra, John Kennedy anotó un gol extraordinario y
nuevamente adelantó a los cariocas. A pesar de quedarse con un jugador menos
debido a la segunda amonestación del jugador número 9 por excesivo festejo, el
equipo de Fluminense logró mantener la ventaja.
Pocos minutos después, Frank Fabra recibió una tarjeta roja por agredir a
Nino. A pesar de los esfuerzos del equipo dirigido por Jorge Almirón, no
lograron igualar el marcador y se perdieron la oportunidad de obtener su
séptima Copa.
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